Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
Un estudio del Centro para la Inteligencia Colectiva del MIT, publicado en Nature Human Behaviour, examina cómo la colaboración entre humanos e inteligencia artificial (IA) potencia la efectividad en distintas tareas, siendo la creatividad el área que más se beneficia de esta sinergia.
La investigación, que analizó 370 resultados derivados de más de 100 estudios experimentales, comparó el desempeño de humanos, sistemas de IA y equipos híbridos en áreas como la toma de decisiones y la creatividad.
Los hallazgos revelan que, en general, los equipos humano-IA no siempre superan a la IA en tareas de análisis de datos y toma de decisiones, donde la precisión y velocidad de los sistemas de IA ofrecen una ventaja significativa. Ejemplos de ello incluyen la detección de deepfakes y el diagnóstico médico, donde los sistemas de IA, operando de forma autónoma, logran una mayor efectividad.
Sin embargo, en el ámbito creativo, la cooperación humano-IA demuestra ser especialmente valiosa. Según el estudio, la creatividad implica una combinación compleja de habilidades que ni humanos ni IA pueden alcanzar de forma óptima por sí solos. La IA se destaca en el manejo de grandes volúmenes de datos y tareas repetitivas, mientras que los humanos aportan intuición, interpretación y contexto, elementos esenciales para el pensamiento original e innovador.
Thomas Malone, coautor del estudio y director del MIT CCI, subraya que la colaboración humano-IA no debe concebirse como una sustitución de habilidades. En cambio, ambas partes pueden complementarse eficazmente, en especial en tareas que requieren creatividad y pensamiento disruptivo. Malone también enfatizó la importancia de desarrollar métodos de interacción avanzados que potencien las fortalezas de cada uno, optimizando su rol en tareas específicas.