Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La startup de inteligencia artificial xAI, liderada por Elon Musk, está en conversaciones para levantar nuevos fondos que podrían elevar su valoración a unos 40.000 millones de dólares, de acuerdo con fuentes cercanas a la empresa.
Este movimiento se produce pocos meses después de una ronda de financiación en mayo que valoró a la empresa en 24.000 millones de dólares y recaudó 6.000 millones. Según el Wall Street Journal, en esta nueva fase se planea sumar otros 5.000 millones al capital de la firma, lo que situaría a xAI entre las startups de tecnología más valiosas de Estados Unidos.
Las conversaciones para esta ronda se encuentran en una fase inicial y podrían finalizar sin acuerdo, señalaron las fuentes, que solicitaron permanecer en el anonimato debido a la confidencialidad de la información.
Esta nueva financiación sigue los pasos de OpenAI, competidor directo de xAI, que recientemente cerró una ronda de inversión que valoró a la empresa en 157.000 millones de dólares. OpenAI, conocida por su popular ChatGPT, generó una oleada de interés y una inyección de capital en el sector de la inteligencia artificial tras su lanzamiento a finales de 2022, una tendencia que benefició a xAI y otras empresas del sector.
Expansión de infraestructuras para competir con OpenAI
Durante su intervención en el Future Investment Initiative en Riad, Musk explicó su intención de duplicar los recursos computacionales de xAI, señalando que la instalación de la empresa en Memphis es el centro de datos más grande de su tipo. Musk afirmó: “Ya contamos con el cluster de entrenamiento más potente del mundo y estamos a punto de duplicarlo”, subrayando que este avance es clave para competir con OpenAI en la carrera por desarrollar inteligencia artificial avanzada.
El mercado de la inteligencia artificial ha experimentado una creciente consolidación, con grandes tecnológicas como Google y Amazon absorbiendo a varias startups de alto perfil. Sin embargo, xAI y OpenAI continúan siendo de las pocas firmas que logran atraer miles de millones en fondos para mantenerse en la vanguardia tecnológica.
Un camino hacia la inteligencia general artificial y el código abierto
La trayectoria de Musk en el ámbito de la IA comenzó en 2015, cuando cofundó OpenAI junto a Sam Altman y otros investigadores. Sin embargo, una disputa sobre el rumbo de la organización llevó a Musk a abandonar la empresa menos de tres años después. En su lugar, fundó xAI con la intención de desarrollar tecnologías similares, aunque ha planteado una diferencia clave respecto a OpenAI: mientras que OpenAI ha operado con una visión comercial desde su transformación en una entidad con ánimo de lucro, xAI planea compartir el código subyacente de su IA bajo un modelo de “código abierto”.
Para Musk, esta filosofía de código abierto es fundamental para mitigar riesgos potenciales de la IA, argumentando que compartir la tecnología permitiría a otros analizar y controlar sus avances. En sus declaraciones, Musk ha advertido de que la IA tiene un potencial peligroso e incluso podría representar una amenaza para la humanidad. Por su parte, el sector se mantiene dividido sobre la conveniencia de abrir el acceso al código de estas potentes herramientas: mientras algunos ingenieros consideran que la transparencia es necesaria, otros abogan por una mayor protección de estos desarrollos ante posibles amenazas.
La tecnología de xAI ya se integra en la plataforma X (anteriormente Twitter), donde su chatbot, llamado Grok, interactúa con los usuarios de sus servicios premium. Según Musk, Grok y otros modelos de xAI están entrenados mediante una red de miles de servidores de alto rendimiento en su instalación de Memphis, con la ambición de crear inteligencia artificial general, es decir, una máquina con capacidades cognitivas comparables a las del cerebro humano.
Con el avance de este proyecto, xAI busca atraer financiación para mantener el ritmo con OpenAI y alcanzar el objetivo de desarrollar IA accesible y segura, lo que incluye explorar nuevas instalaciones de cómputo y ampliar su capacidad para gestionar y analizar grandes volúmenes de datos.