El Retail es un sector inmerso en rápidos y continuos cambios. A día de hoy, se enfrenta a importantes retos como la mejora de los procesos logísticos, el avance en sostenibilidad, la optimización de la cadena de suministro o la búsqueda de una experiencia atractiva para el cliente.
Según IderoTech, compañía líder en RFID con enfoque innovador y holístico, la tecnología de identificación por radiofrecuencia se está consolidando cada vez más como la solución a las actuales demandas del sector del Retail.
Optimización de la cadena de suministro
El RFID proporciona información precisa sobre un artículo determinado, así como sobre la ubicación en la que se encuentra. Este control riguroso ayuda a una mejor planificación de las cantidades de producto necesarias en cada momento y reduce los costes, al tiempo que agiliza la coordinación de pedidos y las entregas.
En concreto, un reciente estudio de la consultora McKinsey afirma que “el RFID, gracias a una mejor gestión de las roturas de stock, puede lograr hasta un 5% de crecimiento en los beneficios, así como una disminución entre un 10% y un 15% las horas de trabajo asociadas al inventario”.
Una experiencia de compra mejorada
Las soluciones RFID contribuyen también a una mejor gestión de las tiendas, a través de mejoras de más del 25% en la precisión del inventario y mayor facilidad a la hora de encontrar los productos por parte de los clientes según el citado informe de McKinsey. Esto cobra gran relevancia teniendo en cuenta que los consumidores siguen percibiendo mucho valor en las compras en tienda física.
Frente al tradicional código de barras, la lectura RFID tiene lugar sin necesidad de un contacto directo con el producto. Permite escanear múltiples etiquetas simultáneamente e incide en la automatización. Además, ofrece una mayor durabilidad respecto a los códigos de barras, teniendo en cuenta que las etiquetas asociadas a estos tienden a deteriorarse con mayor facilidad.
Democratización de la tecnología
Para beneficiarse de las posibilidades del RFID, las grandes corporaciones parten de una posición de ventaja a la hora de adoptar tecnologías que, en un primer momento, suponen una importante inversión en recursos y en desarrollo.
Sin embargo, en la última década, el coste medio de una etiqueta RFID se ha reducido un 80% y los precios de los lectores RFID han disminuido casi un 50% según indica McKinsey.
Impulso hacia la economía circular
Al optimizar la gestión de inventarios, también se avanza en sostenibilidad, ya que son menos los productos que quedan sin poder reutilizarse.
Asimismo, la trazabilidad, junto a la dificultad que implica falsificar estas etiquetas de radiofrecuencia, es otra de las grandes ventajas del RFID, ya permite conocer el historial de cada producto, desde su origen hasta el destino final en un punto de venta.
Teniendo en cuenta la necesidad de avanzar en sostenibilidad, y ante la previsión de aplicación en la Unión Europea del Pasaporte Digital de Productos Textiles, el RFID se consolida como una herramienta clave.