Bit2Me acaba de hacer público un estudio sobre el dinero ahorrado a sus clientes en posibles fraudes durante 2023 y lo que va de 2024, con 1,5 millones de euros y 1,6 respectivamente.
El departamento de Compliance de Bit2Me, además, acaba de obtener las certificaciones ISO 37001, centrada en la anticorrupción y ética empresarial; ISO 37301, que proporciona un marco para el sistema de gestión de compliance; y UNE 19601, que establece las buenas prácticas en gestión de compliance penal, liderando así el sector de los criptoactivos en este aspecto a nivel mundial y convirtiéndose así en la primera empresa a nivel global en obtener tres certificaciones esenciales de Compliance
Bit2Me ha publicado estos datos después de analizar todas las tipologías de fraude que pueden llegar a recibir sus clientes por distintas vías y de las medidas que se han llevado a cabo desde la empresa.
En este sentido, la política de Bit2Me es actuar contra el fraude en distintos flancos con herramientas especializadas, alertas tempranas, procesos y protocolos de actuación para evitar que los clientes caigan en fraude. Además, también dispone de medidas para ayudar a posibles clientes ya estafados o en vía de serlo cuando se detectan actividades inusuales o sospechosas en sus cuentas de Bit2Me.
En ese sentido, como apunta Pedro Filipe, Fraud Lead de Bit2Me, uno de los fraudes más comunes es el de la ‘estafa romántica’. “El estafador Intenta crear una relación de confianza con el estafado a través de redes sociales. Después empiezan con mentiras sobre cuentas bloqueadas y que necesitan dinero en criptomonedas, o porque trabajan en una plataforma petrolífera y no tienen acceso al banco… Empiezan poco a poco hasta que el estafado termina de empatizar y acaba dándole el dinero”, indica.
Uno de esos ejemplos que ilustran desde la compañía es el del usuario al que le pedían dinero en criptomonedas para “comprar un riñón”. “Le estaban hablando desde 2021 para preparar el terreno”, explica Pedro Filipe. “Cuando detectamos una actividad irregular en esa cuenta, llamamos al cliente y admitió que había sido contactado por una chica por Facebook. Tiempo después ella le dijo que tenía problemas de salud, que había sido ingresada, así que entabló conversación con la supuesta madre y esta le pidió el dinero para una operación de riñón falsa. Conseguimos evitar que perdiera más de 70.000€”, apunta.
En cuanto al perfil del posible cliente víctima de estos fraudes, desde la compañía indican que todos los casos se dan con gente a partir de los 60 años, sin mucho conocimiento del mercado o que está sola. “Los estafadores van disparando a este tipo de público y después intentan establecer esta relación de confianza con ellos para al final robarles el dinero. Son relaciones que se van afianzando durante varios meses”, finaliza Filipe.