La inteligencia artificial generativa se ha posicionado como una de las herramientas que desempeñará un papel crucial en nuestra sociedad en los próximos años. Esta rama de la inteligencia artificial, que se enfoca en la generación de diversos tipos de contenido como texto, imágenes, audio y datos sintéticos, ya ha irrumpido con mucha fuerza en diversos sectores como el del entretenimiento, las finanzas o la seguridad. Este último tiene múltiples vertientes de aplicación para la IA generativa, como el de la seguridad vial. En especial, teniendo en cuenta que, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2023, el número de fallecidos en siniestros de tráfico en España superaba el millar. Teniendo en cuenta este contexto, Bosch, compañía líder en tecnología y servicios, analiza en qué forma impactará la IA en la seguridad vial.
Esta tecnología irrumpe en un contexto normativo europeo que cada vez pone un mayor enfoque en los sistemas de asistencia a la conducción. Sin ir más lejos, a partir de julio de este año, varios sistemas ADAS (Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción) van a ser obligatorios en todos los vehículos de nueva matriculación en la Unión Europea. Aun así, la concienciación respecto a la importancia de estos sistemas es una tarea pendiente en nuestro país. De hecho, según el estudio llevado a cabo dentro del Proyecto VIDAS de Bosch junto a FESVIAL, los conductores españoles colocan a los sistemas ADAS en el quinto lugar entre sus prioridades a la hora de elegir un vehículo.
Este es el escenario idóneo para que la IA generativa se sume a la lucha por mejorar la seguridad vial. Por este motivo, Bosch señala 5 formas en las que la IA impactará en este segmento:
1. Conducción más segura: La IA generativa se podrá utilizar para mejorar la seguridad en las carreteras mediante la creación de funciones innovadoras que promuevan prácticas de conducción seguras. Una de las iniciativas más recientes es la llevada a cabo por Bosch, que ha unido fuerzas con Microsoft para explorar cómo los vehículos podrían evaluar situaciones y reaccionar en consecuencia y, de esta manera, proporcionar aún más seguridad a los conductores en un futuro cercano. Por ejemplo, una persona sería capaz de evaluar e interpretar que detrás de una pelota en mitad de la calzada podría aparecer un niño. Un sistema ADAS actual únicamente detectará la pelota, pero no irá más allá. Ahora, con la IA generativa se podrá dar un paso hacia adelante y posibilitar que la tecnología llegue a interpretar la situación como lo haría un ser humano.
2. Big Data para la identificación de patrones: Otra de las aplicaciones de la IA en la carretera es el análisis de datos telemáticos y de los sensores en tiempo real. Esto permitirá identificar patrones asociados, por ejemplo, a la conducción temeraria y proporcionará intervenciones personalizadas a los conductores, fomentando prácticas más seguras y reduciendo el riesgo de accidentes.
3. Detección de peligros: La IA generativa y las herramientas derivadas de esta desempeñarán un papel crucial en la seguridad en carretera al ayudar a los vehículos a detectar objetos, peatones o ciclistas, principalmente en los puntos ciegos. Estos sistemas utilizarán sensores y algoritmos avanzados para proporcionar a los conductores una visión completa de su entorno, lo que les permitirá identificar a tiempo posibles peligros y tomar las medidas necesarias para evitar accidentes. Por ejemplo, además de detectar a un peatón, los sensores con inteligencia artificial podrán evaluar una posible trayectoria del peatón hacia la calzada y anticipar a los sistemas de seguridad del vehículo para prevenir posibles situaciones de riesgo.
4. Conducción colaborativa: Las nuevas innovaciones en el ámbito de la conducción apostarán por un enfoque que reconozca y recompense las prácticas de conducción seguras por parte de los usuarios. Esto pretende fomentar y promover hábitos de conducción positivos entre los conductores y dar a la conducción un sentido de comunidad en la que lo más importante sea la seguridad vial.
5. Personalización de la experiencia al volante en tiempo real: A través de esta tecnología, los sistemas telemáticos y los dispositivos IoT de los automóviles podrán recopilar datos en tiempo real basados en el comportamiento y las preferencias del conductor. Esto permitirá la personalización de la experiencia del usuario y este asesoramiento personalizado ayudará a mejorar los hábitos de conducción y contribuirá a mejorar la seguridad general de las carreteras. Por ejemplo, los vehículos podrán ajustar automáticamente los asientos, la temperatura, la música y otros aspectos del entorno del conductor según sus preferencias almacenadas.
Adicionalmente, la inteligencia artificial va a posibilitar el mantenimiento predictivo, es decir, la IA generativa se utilizará para predecir y prevenir fallas en los vehículos. Así, se podrán analizar datos de sensores y de otros dispositivos para identificar posibles problemas mecánicos antes de que ocurran, lo que permitirá un mantenimiento preventivo e, incluso, si fuera posible, una actualización de la falla “over the air”, evitando desplazamientos al taller o concesionario y reduciendo el tiempo de inactividad del vehículo.
La tendencia hacia una movilidad definida por la inteligencia artificial y sus posibilidades va de la mano de un cambio en la arquitectura centralizada de vehículos y sistemas eléctricos y electrónicos (E/E). Como líder en innovación y tecnología, Bosch está a la cabeza no solo con iniciativas para desarrollar el ámbito de la IA, sino que recientemente se ha convertido en el primer proveedor de automoción del mundo en integrar en un solo chip las funciones de infoentretenimiento y asistencia al conductor.