La computación cuántica creará un nuevo paradigma tecnológico en el ámbito de la salud , conectando datos, conocimientos, personas y perspectivas. El resultado será un desarrollo acelerado de medicamentos y terapias y la reducción de costes en estos procesos, según Cognizant.
La investigación y el desarrollo farmacéuticos serán uno de los grandes campos de cultivo de la computación cuántica en áreas como el diseño y la similitud molecular, el plegamiento de proteínas, las interacciones proteína-ligando, la modelización de los mecanismos de acción de los fármacos, el descubrimiento de biomarcadores, las relaciones estructura-actividad cuantitativas y la modelización del comportamiento de sistemas biológicos más grandes.
De manera más amplia, la patología y el análisis de imágenes, la medicina de precisión y personalizada y la genética -especialmente la vinculación de nuestro genoma personal a través de terapias celulares y génicas para obtener resultados sanitarios radicalmente nuevos-, todos implican sistemas computacionales complejos que se beneficiarían de la computación cuántica.
Las mejoras significativas en la potencia de cálculo han permitido el despliegue práctico de la IA para resolver problemas complejos, desde el análisis de datos de imágenes para evaluar la estructura molecular de un compuesto hasta la realización de diagnósticos mediante el análisis de datos radiológicos. Un progreso que impulsa una inversión sustancial y una importante actividad de asociación y adquisición, incluso entre las principales compañías farmacéuticas y los principales proveedores y startups de IA, abriendo la puerta a nuevas configuraciones entre las empresas de ciencias de la salud y los hiperescaladores, aprovechando la potencia informática masiva y el dominio de los datos. La computación cuántica podría seguir una trayectoria similar, con sistemas capaces de desplegarse de forma práctica en I+D como una posibilidad realista para 2035. Unos cambios que suponen enormes desafíos en el ámbito de la seguridad y la privacidad.
Según los expertos en Ciencias de la salud de Cognizant, entre los que se encuentra Gagan Syal, Head of Life Sciences para EMEA y APAC, además de Head of Southern Europe & Middle East, en el camino hacia la revolución cuántica, las empresas deben centrar sus esfuerzos en cinco grandes objetivos:
1. Replicar la agilidad de las empresas de pequeña capitalización y las startups
Para responder a un panorama que cambia rápidamente, las grandes empresas deben adoptar la cultura y los modelos operativos de las compañías de pequeña capitalización y las startups. Esto implica fomentar una cultura de innovación, adaptabilidad y rapidez en la toma de decisiones. En 2022, el 65% de las aprobaciones de nuevos medicamentos se concedieron a pequeñas y medianas empresas biofarmacéuticas, superando significativamente a los grandes fabricantes farmacéuticos. En la actualidad, se espera que aparezcan más empresas emergentes que desafíen a las marcas farmacéuticas consolidadas.
2. Medir lo que importa
Las grandes empresas deben evaluar la agilidad de su conjunto de aplicaciones, asegurándose de que están preparadas para tomar medidas como la desinversión en unidades de bajo rendimiento o la adquisición de segmentos de rápido crecimiento, para seguir siendo competitivas, en un plazo de tiempo que haga que el ROI de la decisión merezca la pena.
3. Construir un marco para la toma de decisiones
Las empresas deben establecer un marco sólido para la toma de decisiones con el fin de navegar eficazmente por el dinámico panorama tecnológico y empresarial: identificar las tendencias en las que invertir y determinar las plataformas y asociaciones necesarias para alcanzar el éxito. La personalización es clave; el marco debe ser adaptable a las operaciones únicas de la empresa. En un mercado en rápida evolución, estos marcos ayudan a tomar decisiones con fundamento y garantizan la alineación con las operaciones y objetivos de la empresa.
4. Romper los silos e institucionalizar los recursos
Las empresas necesitan un mayor equilibrio entre un alto grado de autonomía en las unidades de negocio y una capacidad centralizada para garantizar que las competencias y los recursos fluyan hacia las áreas de la empresa donde puedan aportar más valor.
Este enfoque optimiza la asignación de recursos y permite el desarrollo de estrategias que benefician a múltiples flujos de valor. Por ejemplo, una plataforma única como la IA generativa puede utilizarse en diferentes áreas de negocio para mejorar los resultados y reducir el consumo de recursos, en lugar de que cada unidad de negocio emprenda su propio camino.
5. Desarrollar estrategias orgánicas y aprovechar nuevas oportunidades para generar ingresos
Las empresas pueden hacer frente a las necesidades no satisfechas del sector desarrollando capacidades internas de desarrollo orgánico con el objetivo de encontrar soluciones a retos para los que no existen respuestas, creando soluciones internas cuando sea posible y examinando después nuevas oportunidades comerciales. Este enfoque no sólo resuelve los retos internos, sino que también genera ingresos adicionales. Las empresas deben ser proactivas a la hora de identificar necesidades no cubiertas en su sector y crear soluciones que puedan rentabilizarse.
Según Cognizant, la próxima década presentará tantas oportunidades como retos para el sector de las ciencias de la salud. Aunque hoy la atención sigue centrada en hacer frente a las oleadas de incertidumbre económica, los líderes del sector no pueden retrasar el trabajo vital de transformación. Ralentizar hoy el progreso en la construcción de cimientos digitales críticos tendrá un impacto desproporcionado en la capacidad de rendimiento de una empresa, especialmente a medida que se cristalicen nuevas expectativas de personalización y se desarrollen ecosistemas de organizaciones altamente interconectadas.