La 15ª edición del World Quality Report, publicado por Capgemini, Sogeti[1] y OpenText, destaca la creciente importancia de la Ingeniería de Calidad (QE)[2] para mejorar tanto la sostenibilidad de las operaciones de negocio como la entrega de valor a los clientes y usuarios finales. Según el informe, el 67% de las organizaciones ha incorporado la QE en el núcleo de sus operaciones de negocio para garantizar que los avances tecnológicos se adhieran a las normas de calidad.
El informe destaca que, con las elevadas expectativas de los clientes, las exigencias de interoperabilidad, la normativa, la evolución de las directrices y los riesgos de ciberseguridad, el testing requiere ahora un enfoque más riguroso y ágil que nunca. La tendencia a la hiperpersonalización también aumenta la complejidad, ya que exige un testing exhaustivo. Por lo tanto, el control de calidad (QA) está evolucionando desde un ámbito puramente de testing hacia una Ingeniería de Calidad (QE) más amplia, que se centra en ofrecer valor por encima de volumen para facilitar experiencias de cliente, la protección de la marca y la mejora de resultados. Este cambio exige volver a centrarse en el recorrido integral del cliente y en la colaboración con los equipos de negocio.
El uso de la IA está aumentando en la Ingeniería de Calidad, pero la clave es un enfoque gradual
Las tendencias en el uso de la IA para obtener resultados de calidad evolucionan a gran velocidad. Por primera vez, las organizaciones citan el aumento de la productividad como el principal resultado impulsado por la IA (65%). La IA generativa facilitará una mayor productividad y velocidad, lo que resultará en implantaciones más frecuentes con una experiencia de usuario de mayor calidad.
Los encuestados han destacado que el uso de la IA para mejorar la fiabilidad del testing (33%) y reducir el número de defectos (29%) ya no era su principal objetivo. Esto indica un cambio en la filosofía del testing, con una mayor tolerancia de defectos siempre que puedan solucionarse de forma rápida y eficiente. Las prácticas de testing continuas, inherentes a las prácticas Agile y DevOps[3] en todas las organizaciones, han acelerado esta tendencia.
Sin embargo, todavía hay que abordar las preocupaciones relacionadas con la seguridad, la privacidad y los resultados sesgados, y el 31% sigue mostrándose escéptico sobre el valor de la IA en la garantía de calidad, lo que subraya la importancia de un enfoque gradual.
El papel activo de la Ingeniería de Calidad en una TI sostenible
La edición del informe de este año también confirma que la sostenibilidad en el ámbito TI es una área de interés creciente para los equipos de calidad. La gran mayoría (97%) cree que la QE es un elemento activo en el impulso de la agenda de sostenibilidad en su organización y más de la mitad (55%) subraya los beneficios en el aspecto medioambiental de la TI sostenible.
Sin embargo, para la mayoría de los encuestados (63%), la prioridad en los próximos 12 meses sigue siendo comprender cómo supervisar e informar sobre métricas de sostenibilidad dentro de sus procesos de QE.
El auge de la gestión ágil de la calidad
Para mantenerse al día en el vertiginoso entorno digital, el 70% de las organizaciones señala que están valorando más un Centro de Excelencia de Testing (TCoE) central que las prácticas tradicionales de control de calidad a nivel de proyecto. Esto demuestra que están pasando a una gestión ágil de la calidad, que hace hincapié en la mejora continua, la adaptabilidad y la orientación al cliente.
En particular, los encuestados dan prioridad a las capacidades de desarrollo para los ingenieros de calidad, como SQL/Python/C#/Java (42%) y CI/CD (39%), frente a las capacidades tradicionales de testing, como la automatización (28%) y rendimiento (24%).
A pesar del aumento de la automatización de la calidad, el informe reconoce la persistencia de los retos, ya que una media del 27% de las organizaciones sigue lidiando con sistemas heredados y con un panorama de aplicaciones en rápida evolución.