Mientras la industria se enfrenta al reto sin precedentes de cumplir los objetivos mundiales de descarbonización y, al mismo tiempo, hacer frente a la creciente demanda, un nuevo informe del Movimiento por la Eficiencia Energética (EEM) demuestra cómo las empresas pueden empezar a actuar de inmediato . El EEM es un foro mundial fundado por ABB y compuesto en la actualidad por más de 400 organizaciones, que comparte ideas, mejores prácticas y compromisos para crear un mundo más eficiente energéticamente.
Publicado The Case for Industrial Energy Efficiency» pretende ofrecer a los directivos de las empresas información clave sobre 10 medidas que se basan en tecnologías maduras, tienen un impacto significativo en los costes y las emisiones y pueden implantarse rápidamente sin proyectos complejos o costosos. Basándose en el «Manual de Eficiencia Energética Industrial» publicado en 2022 por el EEM, la nueva guía ayuda a las empresas a abordar uno de los mayores obstáculos de la eficiencia energética: la creación de sus propios casos empresariales. En algunos casos, el ahorro derivado de las medidas de eficiencia permite autofinanciar los proyectos de transformación. Por otra parte, el informe revela que las inversiones en eficiencia pueden servir de valiosa protección frente a la volatilidad de los precios de la energía y el carbono, al tiempo que ayudan a cumplir objetivos voluntarios y metas normativas.
Duplicar la eficiencia energética de aquí a 2030 podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en casi un tercio respecto a los niveles actuales, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Y para los agentes industriales, la oportunidad es inmensa. El Movimiento por la Eficiencia Energética calcula que, si se aplican en toda la industria, las 10 medidas de esta guía podrían ahorrar 1,5 gigatoneladas de emisiones de carbono al año de aquí a 2024, y 4 gigatoneladas en 2030, el equivalente a retirar de las carreteras unas tres quintas partes de los vehículos de combustión interna del mundo. Estas estimaciones se basan en escenarios intermedios, pero aún así equivalen a una reducción del 11% en las previsiones anuales de carbono mundial para 2030. Con el escenario más ambicioso, el ahorro ascendería a 5,3 gigatoneladas, es decir, casi el 15% de las emisiones totales de 2030. En el caso de cinco de las 10 acciones en las que puede calcularse un ahorro financiero significativo, la industria podría ahorrar alrededor de 172.000 millones de dólares al año en 2024, y aproximadamente 437.000 millones de dólares anuales en 2030. Con el escenario más ambicioso, el ahorro se eleva a 590.000 millones de dólares anuales en 2030. Entre las medidas destacadas en el informe figuran la realización de auditorías energéticas, el redimensionamiento de los activos industriales, la conectividad de los activos físicos y el uso de motores de alta eficiencia, entre otras.
Recientemente, la AIE hizo un llamamiento para que el progreso anual de la eficiencia energética pase del 2,2% actual a más del 4% anual en 2030 y recomienda triplicar la inversión anual relacionada con la eficiencia para un futuro energéticamente eficiente. Además, la AIE afirmó que para alcanzar este objetivo de duplicar el ritmo de progreso será necesario triplicar la inversión anual relacionada con la eficiencia, pasando de los 600.000 millones de dólares actuales a 1,8 billones al final de la década. El EEM considera esta guía como una contribución a esta importante llamada a la acción de la AIE.
Los resultados de reducción de emisiones, ahorro de la industria y crecimiento del producto interior bruto (PIB) se basan en modelos encargados por el EEM a Development Economics, un proveedor independiente de evaluaciones de impacto económico. De mayo a octubre de 2023, Development Economics llevó a cabo una modelización rigurosa de las perspectivas económicas y de emisiones de cada una de las medidas de la guía. La modelización incorporó los mejores datos disponibles e incluyó aportaciones de expertos en la materia de empresas industriales líderes como ABB, Alfa Laval y Microsoft. La Agencia Internacional de la Energía también proporcionó asesoramiento experto.