Ya lo anticipaba la Fundéu cuando la nombró ‘Palabra del Año 2022′: la inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Impulsado por revolucionarias herramientas como ChatGPT, ChatSonic o DALL-E, el uso de esta tecnología es a diario fuente de noticias, avances y debates en la sociedad, mayoritariamente relacionados con su asombrosa capacidad de construir textos, imágenes y razonamientos más precisos, en ocasiones, que los del propio ser humano.
Aunque muchos de los aspectos que envuelven a la inteligencia artificial están pendientes de un desarrollo más completo y de una adecuada adaptación normativa a nuestra sociedad, lo cierto es que esta tecnología aspira a protagonizar un importante paso al frente en muchos procesos clave de nuestras vidas, mayoritariamente desde el ámbito profesional y económico.
Pero en paralelo, la IA está demostrando cómo puede ser un importante factor favorable para el bienestar cotidiano de las personas, como así han demostrado numerosos y variados usos dentro del ámbito sanitario, que han mejorado funciones como el diagnóstico de enfermedades o el seguimiento de pacientes. Entre ellas, l a salud auditiva es una de las áreas que más se ha reforzado recientemente gracias a su implementación . Los expertos de Oticon, el fabricante de audífonos que utiliza el sistema de inteligencia artificial más avanzado, la red neuronal profunda, han identificado 3 aplicaciones de la IA que están ayudando a las personas con pérdida auditiva:
- Subtitular conversaciones en tiempo real: La adaptación de la palabra hablada a texto es una de las aplicaciones de la inteligencia artificial que más años lleva en práctica. Su utilidad es valiosa para tareas de nuestro día a día que van desde preservar en formato legible las instrucciones complejas de un superior en el trabajo o las lecciones de un profesor hasta poder interpretar mejor una conversación en un idioma extranjero. Pero para un usuario con pérdida auditiva va un paso más allá, ya que constituye un útil apoyo para entenderse mejor en conversaciones en ambientes ruidosos o en un tono bajo. Su uso se ha democratizado hasta el punto de estar actualmente disponible en forma de varias aplicaciones móviles.
- Proteger el oído ante audios con volumen excesivo: La OMS ha mostrado su preocupación ante el previsible aumento global de la incidencia de problemas relacionados con la salud auditiva debido a factores evitables, como la exposición continuada a entornos ruidosos o el consumo de música y contenidos audiovisuales a un volumen superior al saludable. Muchos fabricantes de dispositivos de audio, como los auriculares, han reaccionado a esta alerta mediante el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial que monitorizan el volumen y son capaces de alertar al usuario de niveles poco óptimos para su salud auditiva, o incluso de ajustarlo automáticamente para reducir el riesgo de que su uso prolongado genere efectos irreversibles en su audición.
- Dar apoyo al cerebro en el proceso de audición: La investigación del proceso de interpretación de los sonidos durante el acto de escucha ha demostrado que es el cerebro, y no el oído, el responsable de que podamos percibir adecuadamente conversaciones, ruidos, música o sonidos de alarma. Oticon es la compañía que ha liderado una evolución del concepto de audífono hacia un dispositivo que asiste al cerebro en esta tarea a través de una red neuronal profunda entrenada con millones de escenas sonoras. Esta tecnología avanzada ayuda al usuario a mejorar en su interacción cotidiana con el mundo, ya que mejora el acceso al habla en 360º y destacando sus características específicas sobre el ruido.