Las fintech de pagos alcanzarán una valoración 520.000 millones de dólares en 2030. Además, los ingresos generados por la totalidad de las fintech se multiplicarán por seis y crecerán de 245.000 millones hasta alcanzar 1,5 billones de dólares en 2030: actualmente representan un 2% del total de los ingresos mundiales por servicios financieros (12,5 billones de dólares) y crecerán hasta el 7%. Se estima que para esa fecha constituirán casi el 25% de las valoraciones bancarias en el mundo.
Estas son algunas de las principales conclusiones del Informe Global Fintech 2023: Reimagining the Future of Finance, elaborado por la consultora estratégica Boston Consulting Group (BCG) y QED Investors, que analiza las últimas tendencias y oportunidades en el mercado mundial de las fintech y examina el entorno normativo y el impacto de las tecnologías emergentes. En 2022, las fintech perdieron de media más de la mitad de su valor de mercado, pero esta caída no fue más que una corrección a corto plazo dentro una trayectoria positiva a largo plazo.
El Reino Unido y la UE juntos representan el tercer mercado mundial
La región de Asia-Pacífico (APAC), un mercado históricamente poco explotado con casi 4 billones de dólares en ingresos por servicios financieros, está a punto de superar a Estados Unidos y convertirse en el principal mercado mundial de fintechs en 2030, con una tasa compuesta anual prevista del 27%. Este crecimiento estará impulsado principalmente por sus países emergentes (China, India e Indonesia), ya que cuentan con las mayores empresas fintech, un gran volumen de población que todavía no tiene pleno acceso a servicios bancarios, un elevado número de pequeñas y medianas empresas, y una clase media y una población joven cada vez más familiarizadas con la tecnología. Respecto a Norteamérica, que en la actualidad cuenta con el mayor sector de servicios financieros del mundo, seguirá siendo un mercado de fintechs y un centro de innovación fundamental, y se prevé que se multiplique por cuatro hasta alcanzar los 520.000 millones de dólares en 2030, con una previsión de que Estados Unidos represente el 32% del crecimiento mundial de los ingresos de las fintech (una TCAC del 17%).
Por su parte, el Reino Unido y la Unión Europea juntos representan el tercer mercado mundial de entidades financieras, y se espera que sean testigos de un importante crecimiento de las fintech hasta 2030, estimado en más de cinco veces con respecto a 2021 y liderado por el sector de los pagos. Del mismo modo, se prevé que los mercados latinoamericanos, encabezados por Brasil y México, que cuentan con un panorama de fintechs establecido, registren una tasa de crecimiento anual media de los ingresos del 29% en el mismo periodo. El informe prevé una tasa de crecimiento anual constante de los ingresos de la tecnología financiera del 32 % hasta 2030 en África, con Sudáfrica, Nigeria, Egipto y Kenia como mercados clave.
El B2B2X y el B2B liderarán la próxima era de crecimiento fintech
Pero si los pagos lideraron estos últimos años, los mercados B2B2X y B2B (al servicio de las pequeñas empresas) liderarán la próxima era. B2B2X se compone de B2B2C (que permite a otras empresas prestar un mejor servicio a los consumidores), B2B2B (que permite a otras empresas prestar un mejor servicio a las empresas) y agentes de infraestructuras financieras. El mercado B2B2X crecerá a una tasa compuesta anual del 25% hasta alcanzar los 440.000 millones de dólares en ingresos anuales en 2030, apoyado por el crecimiento de las finanzas embedidas y la infraestructura financiera; mientras que el mercado fintech B2B crecerá a una tasa compuesta anual del 32% hasta alcanzar los 285.000 millones de dólares en ingresos anuales proporcionando soluciones a las pequeñas empresas.
Las nuevas entidades financieras se enfrentan a importantes retos en los mercados desarrollados, pero desempeñan un papel fundamental en los mercados emergentes
Las nuevas entidades financieras en los mercados desarrollados (que incluyen bancos y neobancos, plataformas de préstamos, prestamistas hipotecarios y cooperativas de crédito) se enfrentarán a dificultades para crecer de forma rentable y tendrán que empezar a conceder préstamos de su propio balance, al tiempo que acceden a financiación minorista de menor coste, un método de financiación que implica adquirir una licencia bancaria. Un reto importante es que los bancos tradicionales están invirtiendo mucho en tecnología para mejorar la experiencia de sus clientes y sus cadenas de valor, lo que dificulta la diferenciación de los nuevos bancos.
Con aproximadamente 2.800 millones de personas sin acceso a servicios bancarios mínimos (el 50% de las cuales reside en economías emergentes) y otros 1.500 millones de adultos sin acceso a servicios bancarios mínimos (el 75% de los cuales reside en economías emergentes) en el mundo, los nuevos bancos desempeñarán un papel clave en la ampliación del acceso financiero.
Los reguladores deben ser proactivos, no indiferentes
La regulación de las fintech ha sido tradicional y relativamente ligera, no proactiva, fragmentada y, en algunos casos, incluso se ha quedado atrás. Aunque las recientes crisis bancarias les han hecho más sensibles a la gestión de activos y pasivos, además de crear barreras de seguridad, los reguladores deben asegurarse de que no están regulando en exceso el sector y, por tanto, ahogando la innovación.
Los reguladores deben considerar la posibilidad de igualar las condiciones de competencia mediante medidas como la agilización de los trámites para la obtención de licencias bancarias y de entidades de pago, el apoyo a la infraestructura pública digital y la facilitación de un ecosistema bancario abierto.
Las Fintech deben centrarse en los fundamentos y jugar al ataque; las entidades tradicionales deben acelerar su propia transición digital acogiendo a las Fintech
El panorama actual es muy diferente al de 2021 y principios de 2022, cuando muchas fintechs pudieron atraer una mayor financiación. Hoy en día, las fintech necesitan conservar su efectivo y expandir sus opciones para superar los retos de financiación, sin recurrir a la captación de capital a valoraciones más bajas. Por lo tanto, deben considerar fortalecer su competitividad y desarrollar estrategias agresivas, en áreas como la adquisición de talento, ganar cuota de mercado mediante la entrada en nuevas geografías y mercados y explorar oportunidades de fusiones y adquisiciones. Pero al mismo tiempo, también deben adoptar un rol activo en la configuración y la adopción de regulaciones con visión de futuro que mejoren la confianza de los clientes y les ayuden a obtener valoraciones más altas
Históricamente, algunas entidades tradicionales han intentado “comprar” su digitalización mediante la adquisición de fintechs. Para evitar adquisiciones fallidas y acortar el tiempo de comercialización de las fintech, las entidades tradicionales y las fintech deberían formar «alianzas basadas en el valor», que permitan a las fintech seguir siendo independientes, pero con un acuerdo comercial claro que beneficie a ambos socios.