Swan ha dado un paso audaz al poner en código abierto sus interfaces bancarias . Esta iniciativa permitirá a otras empresas aprovechar su tecnología y acelerar la integración de funcionalidades y experiencias financieras un 75% más rápido. Con este movimiento, Swan se convierte en el primer proveedor de Banking-as-a-Service (Baas) en compartir su interfaz en código abierto, marcando un hito significativo en la industria fintech con el objetivo de respaldar la innovación en el continente europeo.
Hasta ahora, las interfaces bancarias sin código de Swan han brindado a sus clientes la capacidad de integrar productos y servicios financieros, como cuentas, tarjetas y pagos, sin enfrentar los desafíos y requisitos habituales de desarrollo. Gracias a su Sandbox (entorno de pruebas) los potenciales clientes de Swan pueden crear sus propios productos de forma rápida y sencilla, sin necesidad de esperar una demostración o interactuar con un representante comercial. Esta accesibilidad y simplicidad han allanado el camino para que las empresas impulsen rápidamente sus iniciativas de innovación financiera.
Al convertirse en el primer proveedor de BaaS de Europa en poner en código abierto sus interfaces financieras, Swan permite a sus clientes comenzar proyectos con una aplicación financiera completamente funcional y personalizarla según sus necesidades específicas. Esta flexibilidad permite a las empresas agilizar significativamente su proceso de desarrollo, ahorrando tiempo y recursos.
Un ejemplo destacado es el proceso de “KYC / KYB (Conoce a tu Cliente / Conoce a tu Negocio». Este sistema es ampliamente utilizado en la industria bancaria para verificar identidades y recopilar los documentos necesarios durante el proceso de apertura de cuentas. Al aprovechar el código abierto de Swan, los desarrolladores pueden copiar y pegar todo el proceso, adaptando el texto y el diseño para reflejar la imagen de su marca.
Swan se lanzó oficialmente en España el pasado mes de marzo y ha revolucionado la integración de funcionalidades financieras de destacadas empresas tecnológicas como Payflow y Okticket, entre otros.
El software de código abierto tiene un código fuente libre y disponible públicamente, lo que permite a cualquier persona acceder, modificar y utilizarlo para satisfacer sus necesidades. Algunas empresas tecnológicas relevantes como LinkedIn, Netflix y Uber ya han compartido masivamente bases de código en código abierto, empoderando a los desarrolladores de todo el mundo para avanzar con mayor rapidez.