Director regional de Qlik en Iberia
El Día de la Protección de Datos debe servir como recordatorio de que todas las personas de una organización deben tener un conocimiento básico de las normas y reglamentos internos en materia de protección de datos.
Ahora es más importante que nunca que las compañías garanticen la aplicación de buenas prácticas, ya que el incumplimiento de alguna directriz puede tener graves repercusiones financieras para la entidad.
A medida que la privacidad de los datos se vuelve cada vez más importante, crece la necesidad de establecer puestos de trabajo dedicados a aplicar normas más estrictas en la materia. Según un estudio reciente que hemos elaborado desde Qlik, en 2030 las empresas contarán con «directores de confianza» encargados de sentar las bases de la gobernanza, definiendo así las políticas y procedimientos que deberá seguir todo el personal.
En última instancia, debe adoptarse un enfoque holístico para garantizar que las organizaciones puedan aprovechar los datos en tiempo real sin que surjan problemas de privacidad. Comprender el linaje de los datos, gestionar el acceso de los usuarios a través de un catálogo, y garantizar que las personas entienden cómo extraer y utilizar las diferentes fuentes de forma responsable gracias a la alfabetización de datos, son elementos clave para prevenir problemas de cumplimiento. Por ello, estos apartados deben ser prioritarios para los directores de confianza.
El Día de la Privacidad de Datos es también un hito para ir más allá de los controles de acceso habituales y pensar en cómo pueden utilizarse los datos para apoyar el cumplimiento de unas correctas directrices.
Los programas de análisis pueden ayudar a los equipos informáticos a visualizar quién tiene acceso a la información y si sigue siendo relevante para su función. Por ejemplo, esto podría hacerse reuniendo conjuntos de datos dispares sobre controles de acceso de usuarios y cotejarlos con las listas de RRHH de bajas y altas, pudiendo garantizar así que no haya anomalías en las que las personas sigan teniendo acceso a información innecesaria.
Esto ayudaría a las empresas a introducir inteligencia real en la gestión de la privacidad de los datos para reducir el riesgo de error humano y agilizar los procesos de los equipos informáticos.
Director regional de Qlik en Iberia