Nos encontramos en un mundo donde la digitalización ocupa un lugar dominante. Los consumidores priorizan las transacciones digitales por la capacidad de hacerlo desde cualquier lugar de una forma ágil y sencilla, lo que ha supuesto que las compañías se adapten a este entorno. Pero ¿cuál es el grado de digitalización de éstas? ¿Suficiente para hacer frente a las necesidades de empleados y usuarios? Para conocer este nivel, Signaturit, la legaltech española, ha creado un Test de Madurez Digital en el que poder conocer, en 9 sencillos pasos, en qué posición se encuentra la compañía, tras conocer la digitalización de cada uno de los departamentos implicados.
La importancia de conocer el grado de madurez digital radica en su estrecha relación con el rendimiento financiero de la compañía. Aquellas empresas que han adoptado medidas de digitalización consiguen aumentar sus ingresos, mejorar su rentabilidad y potenciar su imagen positiva en el mercado.
Para alcanzar una situación óptima en términos de digitalización es necesario conocer el estado actual en el que se encuentra la compañía, que Signaturit clasifica en:
- Bajo: suelen ser compañías tradicionales. Empresas que muestran cierto escepticismo y resistencia al cambio. Cuentan con una cultura muy arraigada y la toma de decisiones suele ser más ardua. Poseen un gran potencial digital por explotar y suelen hacer frente de forma exitosa a los desafíos creando modelos disruptivos e innovadores en su nicho de mercado.
- Medio: conocidas como la industria 4.0. Consideran a la tecnología como una aliada en su evolución y buscan partners líderes en sus sectores para avanzar hacia la integración digital y adaptarse a los nuevos tiempos. Crecimiento exponencial en el uso del Big Data, la centralización y las soluciones en cloud.
- Alto: nativas digitales y, por tanto, con una cultura y organización basada en la digitalización. Habituadas al uso de CRMs, ERPs, gestores de firma, omnicanalidad, trabajo en cloud, etc. Tendencia en la adopción de modelos customer centric, el cliente el centro de todos los esfuerzos y Data Intelligence, decisiones basadas en datos.
Tras conocer el estado actual y tras tener una visión integral, es necesario focalizar los esfuerzos en las áreas a potenciar digitalmente. La clave del proceso es monitorizar los procesos puestos en marcha y adoptar los cambios que resulten pertinentes para alcanzar el grado de digitalización deseado.