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Alerta CMO 2023: optimizar el diseño de productos digitales no es negociable

Alerta CMO 2023: optimizar el diseño de productos digitales no es negociable

  • No definir la funcionalidad clave, no considerar el “WoW” o no tener en cuenta la visión técnica son algunos de los errores de diseño que llevarán al producto digital al fracaso.
Futuro Tecnologías Innovación

Ante un panorama económico marcado por la inflación y la presión por reducir el Time -To- Market de los productos ante un consumidor que no está dispuesto a esperar, el 60% de los responsables de marketing está redefiniendo sus planes estratégicos y destinará más del 70 % de su presupuesto a invertir en el canal digital1  el próximo año. Frente a esta tesitura, el  desarrollo de se presenta como clave  y uno de los retos principales para la supervivencia de las empresas y el éxito en el cumplimiento de los objetivos de los Responsables de Marketing en 2023.

Principales errores que llevan al fracaso a los productos digitales

Según datos del equipo de expertos en diseño de productos digitales de Digital,  9 de cada 10 productos digitales fracasan por errores de diseño. Fruto de más de una década trabajando en el diseño de productos digitales con empresas de distintos tamaños y sectores, desde Paradigma han analizado los principales errores que llevan al fracaso a los productos digitales:

De la aceleración a la desconexión. Tardar meses en ponerse manos a la obra y luego tener demasiada prisa por empezar a desarrollar sin dejar tiempo para la investigación, la ideación o la innovación es un error muy frecuente. “Los procesos y burocracia de muchas compañías les hace muy difícil movilizarse para arrancar nuevos proyectos. Esto hace que se consuma mucho tiempo y recursos en procesos de solicitud de información, aprobaciones internas, etc., que no aportan nada sobre el producto a construir. Cuando finalmente consiguen la aprobación vienen las carreras y hay que apretar para tener algo cuanto antes, sacrificando tiempo para investigar o reflexionar sobre cómo tener un producto mejor” señalan desde Paradigma.

Del análisis a la parálisis. Otro error habitual es el caso contrario al anterior, querer llevar demasiado atado y detallado todo, haciendo demasiado larga esta primera fase. Más tiempo y más detalle no garantizan el éxito. Es importante tener tiempo para investigar e idear, pero también en el mundo en el que vivimos, hay que testar hipótesis cuanto antes. “Tener un método que permita paralelizar definición y desarrollo, mejorará tiempos y calidad del entregable”, explican desde la consultora.

Pensar que ponemos al usuario en el centro sin preguntarle ni involucrarle de ninguna forma. En los PowerPoint, el usuario se comporta como nosotros queremos y no como lo haría realmente. Es importante en todo proceso de creación de un producto hablar con el usuario, observarlo, leer qué opina y llevar esos aprendizajes a la definición para reducir el riesgo de fracaso.

No involucrar a todas las personas relacionadas con el producto desde el principio, sean del departamento que sean. Si alguien tiene que decir algo sobre el producto, es mejor tenerlo en cuenta cuanto antes, de esta forma evitamos bloqueos u otro tipo de problemas que vengan cuando ya esté hecho o sea más costoso cambiarlo. Además, involucrar a todas las personas desde el principio ayuda a la creatividad y hace que se sientan partícipes del producto. Subir a todos al barco desde el principio, aumenta la motivación y el empuje, reduciendo la fricción y problemas a futuro.

No contar con nadie con visión técnica para evitar stoppers. Un producto digital necesita de líneas de código, APIs, datos… Y, efectivamente, hay aspectos que no son viables o cuya viabilidad tiene un coste excesivo. Es un error muy frecuente idear sin IT, pero no hay que equivocarse, si tiene que haber stoppers, vendrán antes o después, mejor no invertir tiempo y esfuerzo en vano.

Ser demasiado ambiciosos en la definición de la primera release y dilatar demasiado el Time-To.Market del producto. Hay que desechar la idea de que cuantas más cosas tenga un producto mejor, la clave es elegir la funcionalidad clave, la más usada, la más diferencial… y a partir de ahí seguir construyendo.

No introducir ningún WoW puede hacer perder una oportunidad de oro. Ya tenemos un mercado muy saturado de productos digitales sean del sector que sean, hay que saber cómo diferenciarse y dónde está el nivel de aceptación que hay que superar. Además, hoy en día ya hay muchos productos digitales, y muchos de ellos ya llevan tiempo en el mercado por lo que necesitan un ejercicio de reconceptualización.

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Estar demasiado atados al producto actual. Mantener la perspectiva outside-in y buscar de forma creativa cómo salvar las limitaciones actuales de nuestro producto debería ser un ejercicio frecuente. No vale con el “esto ha sido siempre así”. Pensar en todo momento qué cosas nuevas necesita el usuario y cómo se las podemos ofrecer.

No utilizar los aprendizajes que nos proporciona el tiempo de vida del producto actual. Estamos en la era de los datos, contamos con información sobre datos de uso, incidencias, reclamaciones y opiniones reales casi en tiempo real. Utilizarlos nos ayuda tanto a solucionar errores como a apoyarnos en los éxitos. En definitiva, el aprendizaje minimiza el riesgo del rediseño.

Entrar en modo ejecución y olvidarnos de pensar en el producto. Cuando pensamos en hacer un nuevo producto nos ilusiona tener la mejor idea, ponemos mucho cariño en la conceptualización inicial, debatimos intensamente sobre cuál debería ser el MVP con el que enamorar a nuestros usuarios, corremos mucho para salir a producción lo antes posible, etc. Pero una vez que comienza el desarrollo, entramos en modo ejecución y muchos se olvidan de seguir pensando en cómo mejorarlo en cada fase de desarrollo.

Desde Paradigma señalan para concluir, “Nuestra experiencia a lo largo de estos años nos han enseñado que en el mundo digital tenemos que trabajar de forma más rápida, pero sin dejar de escuchar al cliente. Y el camino es trabajar con un equipo multidisciplinar capaz de paralelizar tareas e ir entregando de forma continua rompiendo las fases separadas de diseño, desarrollo y testing”

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