En la actualidad, más de 800 millones de niños en todo el mundo tienen problemas visuales. De ellos, uno de cada tres no es detectado, y cada minuto un niño pierde la capacidad de ver. Según la Organización Mundial de la Salud, los niños pequeños con discapacidad visual prematura moderada o grave pueden experimentar un retraso en el desarrollo del lenguaje emocional, social y cognitivo, lo que tiene consecuencias negativas para toda la vida.
Para combatir este urgente problema, el proyecto TrackAI de Huawei y la start-up DIVE Medical, realiza exámenes de visión a niños en varios países. El objetivo es proteger la vista de las personas a través de la detección temprana de anomalías visuales , lo que permite a los profesionales intervenir a tiempo.
En el marco de este proyecto, Huawei ha colaborado con la start-up DIVE Medical. DIVE es un dispositivo que permite mostrar múltiples estímulos en una pantalla de alta resolución y capta la mirada del paciente mediante un rastreador ocular determinando lo que es capaz o no de ver a través de reacciones innatas. Apoyándose en la plataforma HiAI de Huawei, DIVE ha desarrollado sus propios modelos de inteligencia artificial para analizar automáticamente los datos recogidos de la mirada del paciente y estimar la probabilidad de que éste tenga algún problema de visión. DIVE utiliza en TrackAI una Tablet Huawei MateBook para mostrar los estímulos y un smartphone de Huawei, que controla la ejecución de la exploración visual, analiza la calidad de los datos recogidos y muestra los resultados de la exploración en tiempo real. Gracias a la información obtenida, el técnico puede determinar si el niño necesita ser derivado a un especialista.