Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
Con la pandemia del COVID-19, el sistema educativo se tuvo que reinventar y adaptar a un nuevo modelo de educación. El resultado fue muy positivo, tanto por los docentes, que realizaron un gran trabajo adaptando su actividad educativa a las plataformas digitales, como por los alumnos, que supieron adecuarse a las circunstancias.
Ahora comienza un nuevo curso escolar en el que las herramientas tecnológicas seguirán desempeñando un papel fundamental.
De hecho, 8 de cada 10 profesores consideran que la tecnología facilita el aprendizaje del alumno y que puede ser una gran aliada para conectar los contenidos con la realidad de los alumnos y sus intereses.
Es una de las principales conclusiones del estudio realizado por la plataforma internacional de sostenibilidad Quiero y Samsung Electronics, que busca conocer el papel que está jugando la tecnología en la educación actual y el que podría tener en el futuro.
Para ello, se entrevistaron a finales del curso 2021 a profesores de primaria y secundaria, tanto de escuelas públicas, privadas y concertadas, así como a alumnos de último año del máster en educación secundaria y estudiantes que se están formando para ser profesores de primaria.
Según dicho estudio, el 71% de los profesores piensa que con la tecnología se fomenta el trabajo en equipo, la interacción con compañeros, la creatividad, y otras competencias sociales. En este sentido, cabe destacar que el 67% de los docentes señala que la tecnología no sólo les ayuda a nivel de contenido, sino que también les permite relacionarse y conocer mejor a los alumnos mientras que el 77% de los profesores piensa que el uso de la tecnología en las aulas permite hablar a los alumnos en su “idioma” y contribuye a que puedan captar su atención.
Las aulas, por detrás de la sociedad en cuanto a uso de la tecnología
Aunque la tecnología está presente desde hace tiempo en la educación y se espera que en el futuro se incremente, también hay una percepción generalizada (en torno al 90% de los encuestados), de que el uso de la tecnología en las aulas es menor al que tienen los alumnos fuera de ella, en la sociedad.
En esta línea hay un espacio para seguir trabajando: el 71% de los profesores encuestados declara que le gustaría sacar el máximo rendimiento a la tecnología en el aula para adaptarse a las necesidades propias de la sociedad en la que vivimos.
A pesar de ello, más del 60% de los profesores opina que, afortunadamente, la pandemia ha acelerado el uso de la tecnología en la educación, y más del 20% piensa que esta implementación de la tecnología en sus centros ha sido determinada por la pandemia. De hecho, la mayoría apuesta por mantener un equilibrio entre la tecnología y la educación tradicional.
Formación del profesorado, un elemento esencial
Del estudio también se desprende que la gran mayoría de los profesores ha recibido o está recibiendo formación sobre tecnologías y educación, si bien hay aún un porcentaje considerable, casi un 30%, que declara no haberla recibido.
En esta línea, más del 70% de los profesores asegura que se forma en tecnología para la educación por su propia cuenta, o bien con ayuda de otros profesores, internet con videos y tutoriales o directamente experimentando con herramientas y aprendiendo a base de “prueba y error”.
Por su parte, Sandra Pina, directora general de Quiero, considera que “Un buen profesor no puede limitarse sólo a trasmitir contenidos, sino también valores, competencias sociales y facilitar al alumno a que descubra su potencial. Por eso en ese ideal de educación del futuro que hemos explorado en la investigación, queda patente que la educación tiene que pasar por la personalización, por ser capaces de adaptarnos a las realidades y necesidades de cada alumno. Y para eso la tecnología es una herramienta fundamental”.
*Para la realización de este estudio se realizó una primera fase cualitativa durante finales del mes de febrero y principios de marzo de 2021. Con los aprendizajes de la fase cualitativa se realizó una segunda fase cuantitativa durante el mes de abril de 2021.